miércoles, noviembre 03, 2004

Cuatro a�os mas (four more years)

Cuando un presidente de los Estados Unidos cumple su primer mandato y va por su reelecci�n, el ?grito? que convoca a sus seguidores es ?four more years? (cuatro a�os mas). Cuando el actual presidente de los Estados Unidos, George W. Bush inicia la campa�a electoral para su reelecci�n, la coincidencia entre los ?expertos? fue casi un�nime: no va a lograrlo. Hoy, 3 de noviembre de 2004, G.W.Bush ha sido reelecto; su partido asegur� adem�s mayor�a en ambas c�maras y mayor�a entre los gobernadores estatales.

En un a�o electoral las campa�as comienzan normalmente con el calendario (enero), pero reci�n entran en plena actividad con la primavera (abril). Son las convenciones partidarias y la designaci�n de los candidatos definitivos las que marcan el inicio de la actividad proselitista a toda m�quina durante el verano.

Cuando la convenci�n dem�crata design� a John Kerry su candidato, el veredicto de buena parte de la prensa argentina fue un�nime, para la progres�a criolla, Kerry ya era el presidente de los Estados Unidos.

Las razones se apilaban por miles: la invasi�n a Irak, la guerra contra el terrorismo, el unilateralismo, el manejo de la econom�a, el creciente d�ficit, hasta la filmograf�a, Michael Moore y su ?genial? Fahrenheit 9-11, en definitiva todas ellas razones por las cuales muchos argentinos no votar�an por George Bush. En ese momento se�alamos una obviedad, son los americanos los que votan en la elecci�n de los Estados Unidos.

Las cr�ticas tomaron muy diversas formas, amigables discrepancias o venenosos comentarios?era imposible que Bush ganara. Pero a veces, lo imposible se hace realidad, y no se trata aqu� de defender o atacar a George Bush sino de se�alar que los pueblos tienen percepciones diversas de sus propias realidades, y que muchas veces lo que uno percibe no es lo mismo que lo que el otro siente; en otras palabras, la idea de los ?odiadores de Bush? no era la del pueblo americano.

Hoy sabemos que fueron 59.095.822 americanos los que creyeron en quien pas� a ser el presidente mas votado en la historia de los Estados Unidos, y eso deber�a llevarnos, si creemos en la democracia, a repensar el tema.

Al fin del d�a G.W.Bush result� el hombre que, mal o bien, el pueblo norteamericano consagr� con su l�der por ?four more years??
Prof. Julio Cirino

lunes, noviembre 01, 2004

DE CARA AL 2 DE NOVIEMBRE:LOS FACTORES QUE PUEDEN INFLUENCIAR EL RESULTADO FINAL


* Este martes tendr� lugar una de las elecciones m�s re�idas en la historia electoral norteamericana, y cuyo resultado deparar� seguramente grandes y/o graves consecuencias tanto en Estados Unidos como en el mundo entero.

* Empezar a dar cifras de las incontables encuestas ser�a casi perder el tiempo, pues las mismas var�an de acuerdo a la empresa responsable y al momento en que fue llevada a cabo. Del mismo modo, muchos expertos coinciden en se�alar que en las carreras tan parejas, las encuestas a nivel nacional son de poca ayuda, y lo que importa realmente son las encuestas estatales y los factores que pueden terminar por inclinar la elecci�n a favor de alguno de los dos candidatos principales.

* Precisamente, podemos hacer una peque�a enumeraci�n de estos temas, que se deber�n tomar muy en serio para poder predecir alg�n resultado posible. Los mismos son:
Los indecisos (que en un entre 70 y 90% estar�a votando por Kerry); el �ndice de aprobaci�n del trabajo del presidente (si se encuentra por debajo del 50%, como muestra la gran mayor�a de las encuestas, las posibilidades de ser reelecto son bastante bajas); el n�mero r�cord de nuevos votantes registrados (con una ventaja de 2 a 1 a favor de los dem�cratas); vinculado a esto �ltimo, la capacidad de movilizaci�n de los respectivos partidos (hist�ricamente, cuantos m�s vayan a votar, mayores son las posibilidades de los dem�cratas); el papel de los j�venes (gran parte de los cuales no entra en las encuestas telef�nicas al tener celular (una ley prohibe realizar encuestas por celular), y que se decantan en mayor�a por Kerry); las posibles irregularidades en los sitemas de votaci�n y registro (�un nuevo ?fraude patri�tico??); y el impacto final de la candidatura de Nader (que puede inclinar alg�n estado a favor de Bush al restarle votos a los dem�cratas).

* Por �ltimo, habr� que considerar como se distribuyen los votos. Es decir, de nada le servir� a un candidato ganar Florida por un mill�n de votos de ventaja si luego pierde Ohio y Pensilvania por un voto cada uno. En ese sentido, podr�a volverse a dar una situaci�n similar a las elecciones de 2000, donde el que gana el voto popular pierde la presidencia en el colegio electoral.

* Analizemos m�s profundamente cada uno de estos, sumemos algunos m�s y consideremos la situaci�n de los estados donde la competencia es m�s pareja:

* En primer lugar debemos se�alar que el mapa electoral se ha modificado. Vale recordar que en las elecciones del 7 de noviembre de 2000, Bush se hab�a alzado con 30 estados (271 electores) frente a los 21 de Gore (267). Desde entonces hay estados que han a�adido votos electorales por aumentos de poblaci�n y otros que los han perdido por disminuci�n. El resultado es que los estados que gan� Bush en 2000 ahora suman 278 votos electorales (antes 271), y los que gan� Gore s�lo suman 260 (267 en 2000). Es decir, ahora ser�an 18 votos electorales de diferencia, contra 4 de las elecciones pasadas.

* De todas maneras, la mayor�a de los expertos se�ala que un presidente que se presente a reelecci�n rara vez obtiene un 1% m�s del voto popular con relaci�n a las �ltimas encuestas. Es decir, si Bush llega al d�a anterior de la elecci�n con un 47 o 48%, probablemente no saque m�s que ese porcentaje. Por el contrario,
el retador siempre termina obteniendo mayores valores que lo que indican las �ltimas encuestas. Esto debido a que una mayor proporci�n de los que se encuentran indecisos al momento de la elecci�n, suelen decantar a favor del retador. Seg�n Nick Paganakis, miembro del Consejo Nacional de Encuestadores Pol�ticos, ?El presidente Bush debe tener una aprobaci�n en las encuestas de un 51 por ciento si quiere ser reelegido. Asumimos que los indecisos votar�n mucho m�s por Kerry (quiz�s hasta un 70 u 80%). Por lo que creo que un empate en las encuestas acabar� resultando en una victoria de Kerry?.

* Entonces ustedes seguramente se preguntar�n cu�l es el �ndice de aprobaci�n. Nuevamente, las cifras no son concluyentes ni compartidas, aunque de 11 de las m�s importantes encuestas s�lo dos sit�an la aprobaci�n por encima del 50%, el resto la ve por debajo, incluso llegando al 44%. Como vemos, este �ndice ha variado bastante de acuerdo a las encuestas, y habr� que ver como la realidad se refleja en los n�meros finales de este martes. Ahora bien, si consideramos los principales temas, podemos afirmar que la gente desaprueba la forma como marchan las cosas en su pa�s, la situaci�n econ�mica y la situaci�n en Irak, aunque aprueba la campa�a contra el Terrorismo. Esto le dar�a la raz�n a los que consideran que el gobierno de Bush se ha basado m�s en el miedo que en medidas efectivas (alerta naranja, azul, fosforescente con puntitos...).

* Debido a que el Partido Verde decidi� no apoyar la candidatura de Ralph Nader este a�o, ese candidato independiente no podr� competir en tantos estados como en el a�o 2000 (35 ahora, 43 en las elecciones de 2000). Sin embargo, llegado el caso, la candidatura de Nader estar�a favoreciendo la derrota de Kerry, o amenazando gravemente su victoria en ocho estados, en Florida (27 votos electorales, gan� Bush), Iowa (7, perdi� Bush) Maine (4, perdi� Bush), Nevada (4, gan� Bush), Ohio (20, gan� Bush), Washington (11, perdi� Bush), West Virginia (5, gan� Bush) y Wisconsin (10, perdi� Bush). En total, 88 votos electorales. Tambi�n podr�a influenciar significativamente la elecci�n en Colorado (9, Bush), Minnesota (10, Gore), New Hampshire (4, Bush) y New Mexico (5, gano Gore por 366 votos). Sin embargo, en las elecciones de 2000 los votos totales de los independientes fueron un 60% menores de lo esperado en base a las encuestas previas; lo que nos hace ser m�s prudentes y no pecar de sobrestimar su peso verdadero.

* M�s all� de las encuestas, un dato no menor a destacar es que un n�mero r�cord de estadounidenses se ha registrando para votar, tendencia que podr�a quebrar la pareja carrera entre los dos principales contendientes. De hecho, el lunes 4 de octubre, �ltimo d�a para registrarse en m�s de 10 estados (incluyendo Florida, Pensilvania y Ohio), mostraba cientos de miles de nuevos votantes empadronados. Seg�n distintas fuentes, Florida habr�a registrado m�s de 1 mill�n de nuevos votantes respecto a las elecciones de 2000, y Ohio contar�a con una cifra superior a los 600.000. La tendencia viene en aumento desde que en 2002 el Congreso aprob� la ley ?Estados Unidos vota?, otorgando subsidios a los estados para que promuevan la educaci�n c�vica y lancen campa�as de inscripci�n en los registros electorales. En este punto debemos se�alar que, a nivel nacional, el incremento de los votantes registrados estar�a beneficiando a los dem�cratas, pues una porci�n bastante mayor de los que se registran lo estar�a haciendo para votar a favor de ese partido.

* Seg�n Donald Green, profesor de ciencia pol�tica en la Universidad de Yale, las organizaciones pro-dem�cratas han logrado inscribir hasta dos veces m�s votantes que las que apoyan a los republicanos. La opini�n compartida por muchos es que el resultado ?terminar� dependiendo de la capacidad de movilizaci�n de los electores? el 2 de noviembre, y de los esfuerzos puerta a puerta para llevar a los electores hasta los sitios de votaci�n. Hay millones de personas que se han registrado como voluntarios. Cuanto m�s gente vaya a votar las posibilidades para el dem�crata crecer�n (en las elecciones de 2000 un 30% de los votantes registrados no lo hicieron). Un 5% del electorado norteamericano ya ha votado en alguno de los 30 estados que permiten sufragar en forma anticipada. La cifra, que equivale a entre 5 y 10 millones de personas, augura una fuerte participaci�n en estos comicios, donde electorado total bordea los 218 millones seg�n estimaciones, ya que hay estados que permiten registrarse incluso el mismo d�a de la elecci�n, el 2 de noviembre. En ocho de los estados m�s disputados ya han votado 1,3 millones. As�, se espera que la participaci�n en estos comicios supere la de 1992, el a�o en que han votado m�s ciudadanos.

* Vinculado a esto tenemos el papel de los j�venes, entre los cuales Kerry lleva una gran diferencia, aunque habr� que ver si este sector se presenta en forma mayoritaria a votar el 2 de noviembre. Actualmente hay grandes campa�as llevadas a cabo por cadenas de m�sica y artistas convocando a los j�venes a votar, intentando sumar 20 millones de nuevos electores (tres de cada cinco j�venes ha manifestado su inter�s de votar); j�venes que al hacerse las entrevistas por tel�fono muchas veces no son encuestados. De hecho, los j�venes de entre 18 y 24 a�os tienen 77 millones de celulares, aparatos a los cuales por ley no puede llamarse para encuestar...que pasa si van a votar gran parte de ellos? Pensemos por ejemplo en las discrepancias de las elecciones de 2000, con Gore estando en casi todas las encuestas 2 o 3 puntos por debajo, y finalmente ganando por medio punto. De haber sido un error que cayera dentro del margen de las encuestas, la mitad de las encuestadoras habr�an calculado para arriba, y la otra mitad para abajo, pero lo cierto es que casi todas mostraban a Bush liderando por una peque�a ventaja. La diferencia final puede explicarse en parte por este gran sector que no es encuestado al poseer celulares, o que es estudiante y vive en grandes alojamientos para universitarios con un solo tel�fono o ninguno (pues casi todos poseen celulares).

* Otro factor determinante ser� el dinero con el que cuenten para llevar a cabo campa�as publicitarias en las �ltimas semanas (de hecho, para varios analistas, fue este punto el que le cost� la elecci�n a Gore (el no poder pagar una campa�a masiva)). En esta oportunidad, ambos candidatos cuentan con abundantes fondos como para llevarlas a cabo e incluso los dos hombres m�s ricos se han sumado a las cr�ticas contra Bush a favor de una mayor responsabilidad fiscal (Bill Gates y Warren Buffet). Los comicios presidenciales y parlamentarios de este 2 de noviembre en EE.UU. ser�n los m�s caros en la historia del pa�s. Con un costo cercano a los US$ 3.900 millones, la actual elecci�n superar� en 30% la de 2000. Seg�n el �ltimo estudio del Centro para la Pol�tica Responsable, s�lo la pugna por la Casa Blanca alcanzar�a los US$ 1.200 millones y el gasto podr�a ser mayor. Otros c�lculos apuntan a que podr�a llegar incluso a los US$ 1.400 millones.

* Otro factor que tambi�n puede llegar a tener relevancia a la hora de la elecci�n es la posici�n de los principales medios (que en general se identifican con los dem�cratas);.

* Por �ltimo, la contienda se terminar� decidiendo en los 13 estados que la mayor�a de los expertos considera clave para las aspiraciones presidenciales. En los mismos, para el Washington Post, Kerry llevar�a una ventaja global de 50% a 46%. Si en esta elecci�n ocurriera algo similar a la de 2000, aunque a la inversa, con Bush ganando el voto popular y Kerry el de electores, podr�a quiz�s iniciarse un movimiento destinado a dejar de lado el sistema de Colegio Electoral para futuras elecciones (aunque lo m�s probable es que algunos estados se opongan por temor a perder influencia).

* Por ahora donde la lucha entre Bush y Kerry est� muy pareja y donde el resultado incidir� enormemente en la elecci�n es en Iowa (7), Maine (4), Nuevo M�xico (5), Wisconsin (10) y quiz�s Minnesota (10), que corren peligro de pasar al bando republicano; mientras que cinco estados que votaron por los republicanos en las elecciones de 2000, Arkansas (6),
Ohio (20), New Hampshire (4), Florida (27) y quiz�s Nevada (5), ahora podr�an llegar a hacerlo por Kerry. En cualquiera de estos estados, un par de cientos de votos puede inclinar (y lo har�) la balanza y darle los electores del mismo a uno de los dos candidatos; lo que puede determinar el triunfador final de la contienda.

* El centro de atenci�n de la campa�a se focaliza especialmente en Ohio, Florida y Pensilvania (68 votos en total). Es interesante se�alar, m�s all� del margen de error, que las �ltimas encuestas muestran un avance de Kerry que en varios casos supera a Bush en Florida y Ohio, que totalizan 47 votos electorales y los gan� en las elecciones pasadas. Por su parte, la mayor�a de las encuestas dan una leve ventaja de Kerry en Pensilvania. Es interesante se�alar que ning�n republicano ha sido electro presidente sin haber ganado en Ohio.

� Centr�ndonos en el ?Estado de la pol�mica?, Florida (27 electores, ganados en 2000 por 537 votos de diferencia), las cosas tampoco est�n del todo claras, y muchas encuestas dan un empate t�cnico entre los dos principales candidatos. En este Estado ser�n fundamentales los indecisos (que totalizan entre el 5 y el 10%), la influencia de Nader (que tendr�a un 2%) e incluso las minor�as. Es importante se�alar que en ese estado ya se ha empezado a votar (a partir del 18 de octubre) y que el voto latino, mayormente cubano, que se decantaba en �ltimas elecciones por los republicanos, podr�a estar cambiando por la mayor cantidad de puertorique�os y centroamericanos. Sin embargo, la figura del gobernador Jeb Bush podr�a volver a favorecer a su hermano. Adem�s, ya se han registrado serias irregularidades con las m�quinas de votaci�n, que tienen la desventaja que gran parte de las mismas no cuentan con registros impresos como para realizar un recuento de los votos llegado el caso. Un dato que puede llegar a ser crucial: una encuesta de Gallup realizada en Florida se�ala que el 30% de los votantes registrados afirmaron ya haber votado. Entre estos, Kerry estar�a obteniendo un 51% contra el 43% de Bush.

EDUARDO DIEZ

LATIN NEGLECT

FINANTIAL TIMES
November 1, 2004

A strategic supplier of oil, natural gas and other raw materials, the source of potentially destabilising financial shocks and illegal migrants; not to mention the fact that as many as 40m Americans have Hispanic origins: there are reasons enough for Latin America and the Caribbean to occupy the attention of any US leader. But the region traditionally seen as a "backyard" has steadily slipped down President George W. Bush's agenda and has hardly figured in the election campaign. Whoever wins tomorrow needs to take a new look.
It is understandable that in the wake of the New York attacks the president quickly reviewed his commitment to make relations with Mexico and other countries in the hemisphere a strategic priority. And it is true Mr Bush's record has not been entirely negative. He has taken forward the free trade agenda, securing one deal - with Chile - and advancing others with the Andean and Central American countries.
But in too many areas, the administration has combined complacency with ideological obsession. It is too positive in its assessment of the impact of market-based reforms and has overlooked a potentially dangerous growth of economic and social tensions. Too much energy has been spent on measures to appease constituencies, such as right-wing Cuban exile groups.
In particular, it is time to recognise that the 43-year-old economic embargo against Cuba has failed. Measures, such as those further restricting travel by Americans to Cuba, have made ordinary Cubans' lives more difficult without bringing the end of Communist party rule any closer. They have made it easier for Fidel Castro to justify economic restrictions, such as last week's decision to outlaw circulation of the US dollar. Instability is important to the US given Cuba's proximity and its potential to generate flows of desperate migrants. This is all the more important given the recent natural disasters and deterioration of security conditions in neighbouring Haiti.
Further south, anti-Americanism is gaining ground and high commodity prices are allowing leaders such as Hugo Ch�vez of Venezuela to develop much more nationalist policies. In these circumstances the growth of Chinese influence in the region is something Washington ought to pay more attention to. Too often China is seen in the US simply as a cheap labour-based competitive threat to US allies such as Mexico and smaller countries in the Caribbean basin. It would be sensible to look more closely at the potential synergy between resource-rich Latin America and resource-hungry and capital-rich China.
Neglect will inevitably encourage Latin Americans to look for strategic partners elsewhere, potentially undermining US interests. The new White House incumbent will have pressing issues elsewhere, but he would be wise to give greater priority to relations with neighbours in the hemisphere.

COMO MUEREN LAS DEMOCRACIAS

Pensar que la democracia es la forma de gobierno que ha de regirnos por siempre, es en s� mismo una manera de determinismo. De hecho las transformaciones que estamos viviendo no parecen apuntar a promover los disensos republicanos sino m�s bien a la conformaci�n de una forma sutil de autoritarismo: el nacionalismo-populista.
La muerte de una democracia puede ser la resultante ostensible de un evento catastr�fico; un golpe de estado, una revoluci�n, hechos violentos pero que se muestran como un corte claramente visible en la historia, vemos un antes y un despu�s all� donde una democracia dej� de existir.
Sin embargo, hay otra manera de extinguir la libertad: Es la ?muerte por goteo?, en silencio, sin estridencias, cuidando las formas, casi inadvertida en sus comienzos; es un proceso donde las libertades p�blicas y las libertades individuales se van entregando mansamente en las manos de un estado que crece sin l�mites, pero que muestra a todos un rostro ben�volo y paternal.
Es el estado convertido en el ?gran nivelador?, el mismo que viene prometiendo terminar con la inequidad y la injusticia desde los comienzos de la historia. Es en definitiva un estado ?F�ustico?, es el que pregona: Entr�game tu libertad que yo proveer� a todas tus necesidades.
La muerte por goteo va afectando paulatinamente a todos los ?�rganos? que hacen que una democracia pueda llamarse tal. La �ltima alarma suena cuando el sistema deja de funcionar y se limita a ritos formales que lo convierten en una c�scara hueca, al tiempo que el caudillo providencial de turno concentra poder para s� y sus seguidores.
Existen, s�ntomas visibles de este proceso: Los partidos pol�ticos pierden sentido y representatividad, dejando de defender los derechos de los ciudadanos. El parlamento pasa a convertirse en un costoso adorno, y es a la vez un antro de venalidad y ceremonias huecas, que acepta sin chistar los dictados del soberano en procura de su propia perdurabilidad. El clientelismo y la d�diva que envilece reemplazan al trabajo entre los menos favorecidos de la poblaci�n; la magistratura vende sus sentencias al mejor postor y los jueces probos quedan reducidos a silencio. La prensa, abandona la guarda de las libertades y la cr�tica republicana para convertirse en rentado corifeo del poder.
Sin oposici�n que pueda llamarse tal, el peronismo parece, de la mano de Nestor Kirchner, reclinarse hacia una suerte de socialismo nacional populista, lleno de contradicciones pero muy claro en su apetito por el poder y en su despectivo tratamiento de todo disenso.
Con la coyuntura t�ctica como meta, sin visi�n estrat�gica, se gestiona el d�a a d�a en forma emotiva, apelando al slogan irracional que no se discute, se acepta. La encuesta reemplaza al consenso y los gestos grandilocuentes, convenientemente amplificados por la prensa adicta, presentan a una mediocre gesti�n como una ?gesta �pica? que confronta a cientos de enemigos perversos borrosamente definidos que acechan en las sombras.
En esta situaci�n de ?emergencia nacional? no hay espacio para la discrepancia, no se discute en medio de la batalla, y el que lo intenta es estigmatizado sin siquiera considerar la validez de sus dichos. La confrontaci�n permanente se convierte en metodolog�a. En este marco, quien no acata traiciona.
La pregunta m�s inquietante del momento es, a mi modo de ver, c�mo se logra pasar de la concepci�n ?patrimonial caudillista? del poder, cl�sica en el justicialismo, con todas sus implicancias de personalismo, perpetuaci�n y uso irrestricto, a una visi�n republicana del mismo, que acepta como conceptos centrales, la alternancia, la pluralidad y sobre todo la imposibilidad de perpetuaci�n en el mismo, concepto este que repugna al Justicialismo en general y al de la provincia de Buenos Aires en particular
Cuando un l�der pol�tico parece obsesionarse con la acumulaci�n de poder, es bueno preguntarse inmediatamente, para qu�. El gobierno de la rep�blica demanda hombres de estado, no requiere de due�os de la verdad, al menos no si queremos que la democracia real contin�e con vida