Delirios televisivos de los fabricantes de pobreza
Gustavo Lazzari
Fundación Atlas
www.atlas.org.ar
El presidente de Venezuela Hugo Chávez y el presidente Argentino Néstor Kirchner se entusiasman en reuniones bilaterales con el proyecto conjunto de Televisión del Cono Sur. La idea del Presidente Hugo Chávez es lanzar una señal de noticias de Sudamérica similar a la CNN. Un delirio de estas características es esperable del presidente venezolano. Un militar disfrazado de mandatario con un loro que lo que acompaña a sus interminables monólogos televisivos. Lo sorprendente es que nuestro presidente le de cabida a semejantes sandeces. Argentina y Venezuela tienen varias similitudes, que lejos de “estrechar lazos”, constituyen una vergüenza colectiva. Ambos países digitan la prensa mediante la publicidad oficial. El gobierno argentino subsidia diarios y medios radiales y televisivos a cambio de tapas, titulares y tratamientos benévolos para los principales funcionarios. La desaparición de algunos temas de interés (inseguridad, pobreza, Cromagnon) invita a pensar que los censores del gobierno ya sugieren sobre los editoriales y las líneas de acción de los diarios. Algunos medios gráficos en la Argentina reciben hasta 7 veces el valor de tapa en materia de publicidad oficial. Hasta en el manipuleo de la prensa son derrochadores. Es mas barato imprimir un pasquín y mandarlo por correo a los lectores que mantener el respirador artificial de empresas periodísticas inviables.Ambos países tienen ya una TV estatal en bancarrota con bajos ratings y politizada dirección. Ambos países tienen un frondoso superávit y sus presidentes parecen entusiasmados en gastarlo en proyectos faraónicos y megalómanos. Venezuela tiene 70% de la población bajo la línea de la pobreza. La Argentina, aún dos años después de la administración “progresista y transversal” de Kirchner, tiene 50% de pobres. Las administraciones públicas de ambos países nadan en la abundancia. Venezuela disfruta de la renta petrolera. El estado argentino rinde culto a la soja. La performance institucional de ambos países es precaria. Tanto Argentina como Venezuela tienen parlamentos virtuales, disminuidos y desconsiderados y han manipulado la Corte Suprema. Es necesario que el presidente Kirchner cambie la actitud hacia Venezuela. Un fabricante de pobres, miseria y corrupción como Chávez no puede ser amigo de la Argentina. El proyecto de Telesur debe ser abortado por el lado argentino y no debemos perder tiempo y dinero en una señal que no podrá competir ni contra una repetición de algún noticiero de antaño. Nuestro país tiene otras prioridades antes que satisfacer el sueño de galán frustrado del líder venezolano
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